Los expertos dicen que la mayoría de los niños aprenden a leer a los 6 ó 7 años y que algunos aprenden mucho antes. Sin embargo, una ventaja inicial en lectura no garantiza que un niño se mantenga a la vanguardia a medida que avanza en la escuela. Las habilidades tienden a nivelarse en grados posteriores.
Algunos niños están listos para aprender a leer a los 3 años, y otros tardan mucho más, pero finalmente, a los 12 ó 13 años leen al mismo nivel, lo que parece contradictorio, pero no lo es. Cuando están listos, están listos y todo hace “clic”.
¿Cuándo deben aprender a leer los niños?
El primer paso para aprender a leer es poder identificar letras o combinaciones de letras y luego conectar esas letras con sonidos. Debido a que la base de la lectura es el lenguaje, aprender a leer es, en cierto sentido, una habilidad que comienza en los primeros años.
Hay estudios que muestran que leer a niños desde los nueve meses puede beneficiar el desarrollo infantil. Aunque no haya una edad particular en la que uno tenga que aprender a leer, comenzar temprano brinda una mejor oportunidad para que los niños tengan éxito.
Hitos de la lectura en los primeros años
Aprender a leer es un proceso, con diferentes etapas de desarrollo a lo largo del camino. Incluyen algunos de los siguientes, según los expertos:
- Fingen leer, pasan las páginas y tienen un libro favorito que piden con frecuencia.
- Cantan canciones del alfabeto con indicaciones y pistas, exploran libros de forma independiente y reconocen la primera letra de su nombre.
- Hacen coincidir algunas letras con los sonidos, desarrollan la conciencia de las sílabas y comprenden que las frases se leen de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo.
- Emparejan algunas palabras habladas y escritas, leen palabras simples de forma aislada y reconocen algunas palabras que les son familiares.
- Pronuncian o decodifican palabras desconocidas, se autocorrigen cuando cometen errores, leen en voz alta y comprenden algunos signos de puntuación y mayúsculas comunes.
- A partir de segundo y tercero de primaria, leen libros más largos de forma independiente, leen en voz alta con énfasis y expresión correctas y comprenden el concepto de puntuación.
Cómo se enseña a leer
Existen diferentes métodos para enseñar a leer. Uno enfatiza el reconocimiento de palabras y enseña a los niños a entender el significado de una palabra de acuerdo a cómo se usa. Otra es a través de la fonética, aprendiendo qué sonidos representan las letras. La fonética se puede usar para ayudar a “decodificar” o pronunciar palabras. Muchos profesores utilizan una combinación de todos estos métodos.
Existen diferentes teorías sobre lo que realmente sucede cuando un niño aprende a leer. Una teoría es que la lectura es un proceso natural, como aprender a hablar. Si los maestros rodean a los niños con libros, sostiene la teoría, los niños aprenderán a leer.
Lo que nos muestran las investigaciones es que la lectura es esencialmente un código escrito, con ciertas combinaciones de letras que representan ciertos sonidos. Enseñar a los niños pequeños a descifrar ese código les enseña a leer palabras.
Cuando enseñamos a leer a los niños debemos enfatizar en la decodificación (letras, sonidos, conocimiento de fonemas, pronunciación de palabras, ortografía y fluidez de lectura oral) y comprensión de la lectura. La comprensión lectora incluye lenguaje oral, vocabulario y estrategias para entender lo que se lee.
Cómo los padres pueden enseñar a leer
Los juegos de lenguaje, enseñar sonidos y nombres de las letras son tareas importantes que los padres deben asumir cuando enseñan a sus hijos a leer. Los padres también deben leer a sus hijos, incluso después de que los niños puedan leer solos.
Pueden ayudar también con la conciencia fonológica, lo que significa la capacidad de reconocer y usar sonidos individuales en palabras habladas. Por ejemplo, los niños pueden escuchar la palabra “perro”, pero no los sonidos individuales. Para convertirse en lectores, los niños tienen que aprender a escuchar estos sonidos.
Además, hacer que un niño lea en voz alta, en lugar de escuchar a un padre leer, es crucial para involucrar a los niños a pensar sobre el contenido y el vocabulario.
La fonética no es suficiente para convertirse en un lector hábil. Se debe dedicar la misma cantidad de tiempo a desarrollar el vocabulario y conocimiento del contenido. Todas estas habilidades trabajan juntas para permitir a los estudiantes leer textos cada vez más complejos a medida que avanzan los cursos.
En nuestro post Técnicas de lectoescritura para niños te damos más consejos para enseñar a leer.
Si quieres saber cómo acompañar a tus hijos en el maravilloso mundo del aprendizaje lee nuestro post: Acompañar a los hijos en el proceso de aprendizaje